soliloquios

Esta noche nace el niño Jesús, hijo de un padre un poco despistado: parte del trabajo se lo hacía una paloma. Un padre en fuera de juego para un hijo único. Sin hermanos. Aprovechando que esta extraña celebración devuelve a cada uno cerca de lo que quede de su familia, pudimos reunirnos los viejos amigos, igual de amigos.Camino de casa de nuestros generosos anfitriones, dijo Raquel: - Qué está pasando con la concepción, ¡está todo lleno de sillitas dobles! Yo no me había fijado, porque por la calle sólo miro las motos. Sin embargo, ella tenía razón, el tema era ese. Así que cenamos muy agradablemente con dos sanjosés contemporáneos, hermanos entre sí, padres dobles por la magia de esa nueva paloma que selecciona espermatozoides en una probeta. Y la conversación, lógicamente, derivó hacia el gran tema navideño: la colaborada concepción (la inmaculada concepción es otra cosa). Los hermanos sanjosé no sitúan ahí el problema. Lo trasladan a la crianza. Los hermanos sanjosé se quejan de fa

El vecino del bigote, aunque esté llamando al ascensor cuando yo aún enfilo en coche la plaza de garaje, me espera para subir juntos, porque coincidimos en las manifestaciones contra la guerra (supongo). Aunque yo no llevaba, como él, la bandera de Comisiones Obreras. Del metal. El bruto del cuarto es de UGT, que en su facción SOMA-FIA UGT es la que manda en Asturias, tirando de ella hacia abajo. En mi Instituto, en la esquina del café están los de CCOO de la enseñanza en animada charla con los de SUATEA (Sindicato Unitariu y Autónomu de los Trabayadores de la Enseñanza d’Asturies). No sé si hay alguno de FETE-UGT Asturias. En el centro anterior se juntaban, en comandita, los de ANPE y los de CSI-CSIF. En cuestión de presupuestos, una comunidad es como una familia. Y esta, tan pequeñita, desde luego.

En una comentario a “constitución y nacionalistas”, heptafon dice que fui a las Discípulas, como Zapatero. Lo de Zapatero no lo sé. Pero yo no fui a las Discípulas de Jesús, tan cercanas a mi casa, sino un poco más allá, a las Carmelitas. Aunque como sabe heptafón tan bien como el mejor, sólo durante “los antiguos parvulitos” (como “las antiguas pesetas”), hoy llamados educación preescolar. El resto fue Público. Y quizá notorio. Lo cierto es que ese comentario, la propia palabra “discípulas”, abrió mi memoria, como la magdalena abrió la de Marcel. Y por ese resquicio se fueron colando nombres infantiles, que construyen un marco categorial y sociológico estupefaciente: hermanas carmelitas, damas catequistas, teresianas, discípulas, descalzas, canónigos de la catedral, canónigos de San Isidoro, catedráticos de teología, sacristanes, párrocos y coadjutores, del OSCUS, del Opus, de acción católica, de cáritas diocesana, de la asociación leonesa de caridad, de la cofradía de dulce n

Los conservadores atacan a los progresistas con el arma conservadora contra los progresistas: con el futuro. El futuro de los progresistas será terrible. No habrá educación, ni familia, ni España, sólo niños a los que la escuela quiere ateos, desobedientes, tontos e ignorantes, que en sus casas serán homosexualizados y, además, fanatizados por sus gobernantes nacionalistas, quienes les inocularán el egoismo de su patria diminuta. Todo ello según un plan sellado entre ETA y Carod, seguramente en antinatural postura. Ahora los progresistas atacan a los conservadores con el arma progresista contra los conservadores: con el pasado. El pasado de los conservadores es una mierda. Las decisiones técnicas (prestige) se tomaban a priori y sin analizar los problemas y luego se mentía en el Parlamento haciendo ver que todo estaba muy bien pensado. Las decisiones políticas (Irak), por su parte, se tomaban saltándose a la torera los informes jurídicos y luego se mentía en el Parlamento haciendo ver

El domingo por la mañana, mi tía Lola se sienta en la galería soleada y lee el diario de León. Pasan tan pocas cosas en León que El diario de León, un domingo, titula con pronósticos a un quinquenio vista. Así, exactamente: "dentro de cinco años la mitad de los usuarios de servicios sociales serán emigrantes". Mi tía Lola, que está jubilada, se asusta. Mi abuela, a su lado, viuda y pensionista desde hace muchos quinquenios, ni se inmuta: las medicinas que le paga la seguridad social la mantienen en un puntín delicioso. Mi tía Carmen, jubilada, no está, ha salido con una amiga jubilada. Y, en frente, en mi casa, mi padre, jubilado, aún no ha vuelto de comprar El Mundo, y no puede, por lo tanto, disfrutar de su propia ración de sustos. Los únicos que podríamos asustarnos realmente somos Raquel y yo, que trabajamos, pero no nos asustamos mucho, porque El Diario de León, en un sobre título en letra diminuta, escribe: "los inmigrantes trabajan una media de 45 horas

Qué significa que algunos nacionalistas no celebren la fiesta de la Constitución en el Parlamento. Si la norma objetiva dentro de la cual pueden existir como actores políticos no les parece digna de celebración será porque suponen que lo que a ellos les legitima es algo distinto de lo que se comparte, en esta fecha, con todos los demás partidos democráticos. La pregunta que nos cabe a los otros es si podemos fiarnos de quienes tienen con lo común una relación tan instrumental. O si podemos compartir la fuente de su legitimidad o, al menos, su valor. Así planteadas las preguntas, la respuesta que se me ocurre es no. Sin embargo, instrumento por instrumento, políticamente hablando, lo más inteligente y razonable sería instrumentalizarlos. A lo mejor Zapatero no es tan pánfilo como parece. Me da que ayer empezó a hacerlo.

La última manifestación-fiesta, llamala h, del PP, sólo puedo entenderla de dos maneras: 1.- El PP se ha hecho constitucional. 2.- La Constitución se ha hecho del PP. En el primer caso, estamos todos de enhorabuena. Eso sí, dada la lentitud del proceso, el PP queda desacreditado como partido de gobierno. No se me ocurre mejor contraargumento electoral que mostrar que un partido tarda 25 años en llegar donde otros estaban. Un partido así podría seguir pensando cosas absurdas como que el 11M lo organizó ETA, que las clases de religión deberían ser obligatorias o que Ángel Acebes es un político. En el segundo caso, urge una reforma constitucional. No podríamos vivir con unas reglas de juego que fueran las de una parte. Como la Constitución debe ser, por definición, de todos, habrá que modificarla.

Un editorial de El Pais ponía el otro día el grito en el cielo porque la UE tiene la intención de reducir el número de traductores de castellano, para situarlo en el mismo número que corresponde a los idiomas europeos de segundo nivel. Por debajo del francés, el inglés y el alemán. El argumento de la UE es que el castellano tiene 30 millones de hablantes, lo cual, decía El Pais, es un disparate. La idea de que el castellano tiene 30 millones de hablantes en España la oí yo por primera vez, en Mallorca, hace 15 años. Era una idea de los grupos catalanistas, que asignaban a las otras lenguas españolas, en exclusiva, la totalidad de los habitantes de las regiones donde son oficiales y los iban restando del total. El resto eran los hablantes de castellano. Lo que entonces me pareció a mi una mentira tan burda que no tendría recorrido, lo toma como verdad hoy la Unión Europea, con razón.Porque si la propia España ha defendido que los otros idiomas oficiales se utilicen en las instituciones