SOBRE BLOGS, AJOS Y SUJETADORES
Tengo una tía que es teóloga aficionada. Tiene sus propias ideas sobre el paraiso. Piensa, concretamente, que es un sitio sin sujetador. - Yo, del paraiso, la única cosa que tengo clara es que no hay que llevar sujetador. También tiene sus propias ideas sobre economía: - El dinero debería ser como los ajos. -¿Qué quieres decir? - Que sólo valen para el año. Si los conservas más, se estropean. Lo de quitarse el sujetador ya se intentó en los 70, pero como la tierra no es el paraiso hubo que dejarlo. Lo de los ajos, que yo sepa, no tiene precedentes y es divertido imaginarse lo que diría de esa propuesta el partido al que vota mi tía (creo). Escribir el blog, al principio, es como escribir en el aire, o como conservar ajos: un acto sin consistencia ni trascendencia. De hecho, todas las palabras las guarda no se sabe quién en no se sabe dónde y pueden no ser leídas nunca, por nadie, ahogadas en el mar de los blogs. Sin embargo, sorprendentemente, se conservan y se rastrean con más facili