MAGDALENA ALVAREZ
Magdalena Álvarez no sabe hablar. No se la entiende. No organiza su discurso. No sabe colocar las ideas importantes en el sitio importante. No sabe ordenar lo positivo y lo negativo. No vocaliza. No entona donde se debe. Es un desastre expresivo. La persona pública a la que peor se entiende, pues a Fraga no se le entiende en absoluto. A Magdalena Álvarez, andaluza y socialista, la criticó, con poca elegancia, Montserrat Nebrera, catalana y popular, en la radio, diciendo, entre otras cosas que "su acento da risa". Las reacciones han sido espectaculares. Me fijaré en Javier Arenas, andaluz (como Magdalena) y popular (como Montserrat) quien ha dicho: "No acepto a nadie que haga bromas ni comentarios sobre la forma de hablar en Andalucía (...) No acepto, por insignificante que sea, cualquier comentario que se refiera a los andaluces en tono jocoso o vejatorio" Criticaré, pues, a un leonés: Zapatero coloca los acentos donde no toca, su prosodia aburre a un muerto y su ca