soliloquios

Esta noche nace el niño Jesús, hijo de un padre un poco despistado: parte del trabajo se lo hacía una paloma. Un padre en fuera de juego para un hijo único. Sin hermanos. Aprovechando que esta extraña celebración devuelve a cada uno cerca de lo que quede de su familia, pudimos reunirnos los viejos amigos, igual de amigos.Camino de casa de nuestros generosos anfitriones, dijo Raquel: - Qué está pasando con la concepción, ¡está todo lleno de sillitas dobles! Yo no me había fijado, porque por la calle sólo miro las motos. Sin embargo, ella tenía razón, el tema era ese. Así que cenamos muy agradablemente con dos sanjosés contemporáneos, hermanos entre sí, padres dobles por la magia de esa nueva paloma que selecciona espermatozoides en una probeta. Y la conversación, lógicamente, derivó hacia el gran tema navideño: la colaborada concepción (la inmaculada concepción es otra cosa). Los hermanos sanjosé no sitúan ahí el problema. Lo trasladan a la crianza. Los hermanos sanjosé se quejan de fa