LA CRISIS Y EL TIEMPO
El Pais publica un reportaje del género apocalíptico-especulativo que, por si alguien no lo ha leído, he enlazado en el título de este comentario. Esta mañana madrugué y lo leí en la versión digital. Luego me senté en el sofá a esperar a ver si aún seguiría habiendo amaneceres. La confianza o la crisis son realmente dos nombres del futuro. Lo que está en juego no es lo que tenemos sino lo que creemos que podremos tener. La crisis consiste en que pensamos que no podremos tener lo que supusimos que tendríamos. El futuro se torna negro. La depresión consiste en que no podremos tener lo que creemos que tenemos. El presente se torna futuro (y negro). No se trata de que la casa en la que vivimos pueda no valer en el mañana lo que pagamos por ella en el ayer. Es que aquello de lo que disponemos en el presente (el dinero en efectivo, por ejemplo), puede no valer en un inminente ahora mismo. Lo interesante de la lección es que el presente está lleno de mañana, preñado de futuro. El efectivo exi