ESPERANZA Y LOS MODELOS MORALES
No se puede negar que a Esperanza Aguirre le gusta cuidar la forma en la que se presenta ante los demás. No hay camiseta de héroe ajeno que ella no se haya puesto. Una persona así, cuando le llegó a ella el momento de elegir su propio vestuario se conformó, sorprendentemente, con unos calcetines: Pudo ser héroe y se conformó con ser víctima. Esa apuesta es interesante. No es un mal cálculo político. Muestra hasta que elevada estatura hemos aupado el victimismo, crucifijo verdadero en nuestras aulas globales.