ESPAÑA Y POLONIA, MEMORIAS GEMELAS
En los años 40, para participar en los cursos de explotación animal que impartía mi abuelo, los candidatos tenían que aportar un certificado de buena conducta firmado por el cura de su pueblo. El cura del pueblo, como ya se ha dicho en ocasiones, era el profesional encargado de almacenar los secretos de los vecinos, con especial atención a las vecinas, poniendo la oreja en el confesionario y echando cuentas de quién iba con flores a María y quién merecía las flores para si. En el año 2007, en Polonia, para seguir siendo funcionario, o profesional, o periodista, también hacen falta certificados. En Polonia, la memoria histórica la tienen archivada en los archivos secretos de la policía secreta comunista, y su ley de la memoria histórica consiste en que, ahora que han pasado unos años de democracia, te examinan para ver si te sabes tu parte del tema. Como es un examen oscuro, pues trata de cosas pasadas, contadas por una de las partes y conservadas con poca ventilación, algunos sienten