AL MONTE EN FIN DE SEMANA
Tres encapuchados, con unas metralletas como las que portaban mis madelmanes, se han aparecido en un monte para decir a los vascos, y a las vascas, que van a seguir así hasta conseguir la independencia y el socialismo. Para añadir realismo a la aspiración de socialismo, lucían traje de faena: capucha negra, ceñida, haciendo juego con guantes del mismo tono. Ese modelo, al que, a falta de mejor nombre, llamaremos socialismo e independencia, es perfecto para una jornada de monte y contrasta con el que se utiliza para pedir negociación y paz, más de vestir: capucha blanca, suelta, con chapela. A estas alturas de la historia, en Europa occidental, si vas a comprometerte en público por la independencia y el socialismo tienes que llevar la capucha muy ceñida, así, ni se te ven los auriculares del ipod, ni se te cae la cara de vergüenza, ni la risa te descompone el gesto. Conviene, también, hacerte las fotos en blanco y negro, con el fin de que no se haga evidente en qué año estamos.