MAFIA Y MERCADO

Rodrigo Rato, antes de ser doctor en economía ya era ministro de economía y, como tal, nos explicó que la liberalización del precio del suelo que ejecutaba ayudaría a bajar los precios. Por la cosa esa de la competencia de mercado. No ha sido así y vete tú ahora al Fondo Monetario Internacional a pedir explicaciones al maestro armero.

Resultó que, con el tiempo, conocimos a los actores de ese mercado tan libre. Eran, por abajo, tipos que tenían nombre de animales, como el Paloma, y, por arriba, los directivos del Real Madrid, que habían convertido sus apellidos en empresas inmobiliarias poniendo detrás "SA", como si en lugar de latifundios al por mayor manejaran fotocopiadoras al detal. Y hablando de fotocopiadoras, al presidente del PP de Madrid lo encontramos empleado en una de un constructor durante la investigación del caso de Tamayo y Saez. Esa fue una de las primeras muestras de lo que estamos viendo que ocurre con los políticos locales y regionales, escogidos para gestionar la cosa pública y ser los guardianes del mercado, y que se han convertido en agentes de la propiedad inmobiliaria y en fotocopiadores de los intereses de los empresarios, con los que han formado, por lo que se ve, una camarilla de los más rentable. Para ellos.

Cambiando de tercio, el otro día detuvieron en Majadahona a un mafioso colombiano, al que se vincula con más del 30% de la cocaína que se mueve en Europa. No me parece correcto tratar así al responsable de una empresa exportadora. Deberían darle un premio empresarial porque una de las pocas cosas que han bajado de precio con el euro es la cocaina, seguramente porque ese sí que es un mercado bien competitivo. Como ciudadano la pregunta es que si al final vamos a ser explotados por una mafia, no nos convendría más una que, al menos, contiene los precios.