LA LIBERTAD Y LA IZQUIERDA



Cuando yo era joven, un izquierdista era alguien que, por encima de todas las cosas quería libertad. No se trataba de la solución a un debate teórico. Era algo que nacía de la experiencia de no tenerla. Para los que carecen de ese bagaje, les diré que no tener libertad consiste en que el Gobierno te dice todo lo que tienes que hacer y tú no puedes protestar.

En aquel tiempo anterior a la libertad, una persona normal ni siquiera se daba cuenta de que le decían lo que tenía que hacer y, en consecuencia, y por supuesto, ni se le pasaba por la cabeza protestar. La gente normal era de derechas. Si eras de izquierdas pensabas que debías protestar. Luego, protestar, al parecer había gente que lo hacía, pero yo eso verlo, lo que se dice verlo, nunca lo vi. Hay que matizar que entonces protestar, se entendía que era protestar contra el gobierno.

Por eso, cuando tuvimos Constitución, aunque ahora suene raro, a los de izquierdas nos hizo una ilusión tremenda porque quería decir que el profesor o el policía o, en resumen, el Gobierno, ya no podrían cometer atropellos porque tendrían el límite de la ley. Si se pasaban y no te dejaban hacer lo que te permitía la ley podías ir y decir: yo puedo hacerlo y tú no puedes prohibirlo. En fin, que podías protestar.

-¿Por qué?
-  Porque lo dice la ley.

Que la libertad surja de la ley sonará un poco paradójico para la gente joven, esa que cree que   el origen de la libertad son sus propias ganas y también le puede sonar raro incluso a personas mayores que, confundiendo la causa con el efecto, han acabado por creer que ser de izquierda no es velar por la libertad, y menos aún respetar la ley, sino organizar protestas.

Puede resultar extraño que cuando protestar era urgente la gente no protestara, con lo que protesta la gente ahora, aparentemente con menos prisas. Por ejemplo, en la última protesta que vimos había allí 120.000 personas, todas normales de ahora, esto es, de izquierda (había algunas de centro, pero las echaron), haciendo su protesta sin ni tan siquiera darse cuenta de que habían ido a protestar detrás de quienes mandan y sin que se les pasara por la cabeza que podrían no haber ido a una manifestación tan de izquierdas que estaba encabezada por el mismísimo Gobierno. 



Pasa con las protestas como con cualquier mercancía: cuando escasea, es cara. Contra Franco, entonces, salía por un pico. Cuando algo abunda, se devalúa. A favor del PSOE, ese día, salía gratis.  Realmente, en el asunto de protestar le hemos dado la vuelta al marcador.

Pero el tema de esta reflexión no eran las protestas sino la libertad, y es que cinco días después de esa manifestación, las personas que sostenían la pancarta tomaron la decisión de que todas las demás no pudieran salir de sus casas. Lo hicieron, por supuesto, por el bien de la gente, y también porque podían, que para eso son el Gobierno. 

Así que alguien como yo, antiguo joven izquierdista que valoraba la libertad tiene, de golpe menos libertad que nunca, y como todo consuelo puede aplaudir, ritualmente, a la policía.
-Menos libertad no tienes, porque el gobierno te impide hacer cosas pero con arreglo a una ley.
- Sí, pero a otra.

Se nos impiden cosas que el estado de alarma explícitamente no prohibía y se aplica, de hecho, un estado de excepción pero sin someterse a sus limitaciones. Un policía decide ahora como de larga debe de ser la correa del perro o qué cosas debías haber comprado en el supermercado. Y te pone 600 euros de multa y si le protestas, 2000. Mira tú por donde, protestar se ha vuelto a poner caro y ya nadie protesta.

El Gobierno de las protestas gratuitas nos recorta libertades carísimas, y, diciéndose de izquierdas ha conseguido que reivindicar libertades sea una cosa de derechas. Realmente en el asunto de las libertades le hemos dado la vuelta al marcador.

https://elpais.com/elpais/2020/04/09/opinion/1586420090_736317.html
https://www.elconfidencial.com/espana/2020-04-16/coronavirus-estado-de-alarma_2552467/





Comentarios

Cristina ha dicho que…
Eso es reflexionar con perspectiva. Génial
Que es lo que nos hace renunciar a la libertad? El miedo? Y que es lo que más miedo da ? La muerte? Y que hace el virus? Matar
Y que es lo que más miedo da después del miedo a la muerte? La soledad, la diferencia ( la indiferencia) eso es que no queremos que los vecinos nos miren con mala cara, nos acusen
Yo quería parar el virus
Quería matarlo en el huevo
Me imaginaba que la prevención y el sentido común no le dejarían salir de china
Pero la prevención no existe porque cuando funciona no se ve que ha funcionado y cuando no funciona pues esto es lo que está pasando
Ángel ha dicho que…
Es verdad que la prevención es invisible. Como la normalidad, como la vida.