REAL MADRID

Lo he quitado de mi perfil, pero lo digo por la directa: soy del Madrid. Asisto, pues, con especial interés a las presentaciones del club: básicamente futbolistas a los que les fallan las piernas y directivos cuya cara da miedo.

El Real Madrid desde que descartó, por cojo, a un bípedo sano, empezó a fichar, como sanos, cojos a mansalva, hasta el punto de que algunos nos preguntábamos, ante el fichaje de un cojo nuevo, si vendría a no jugar de cojo izquierdo o a no jugar de cojo derecho. La ventaja de los cojos del Madrid es que, a diferencia del sano rechazado por cojo, han sido, en general, jugadores carísimos. Woodgate, fichado cojo, batió en su día las cantidades pagadas por un defensa y, luego, Pepe, cojo fichado mientras caminaba, las remató, llevándolas hasta los 36 millones de euros. Para no primar a unas líneas sobre otras, el Madrid, ficho, cojo, a un delantero, Robben, por cantidad similar. Un gran jugador, hasta que se acuerda de que es cojo y se pasa tres meses sin jugar. Hay una excepción: un cojo barato, fichado cojo, fue Metzelder. Este exceso de fichar barato, seguramente se produjo en aplicación de la segunda ley no escrita en la normativa de fichajes del Real Madrid para defensas centrales: de no poder ser cojos, por lo menos que sean lentos. (Por cierto, el sano rechazado por cojo se fue al Barcelona, lógicamente, a demostrar la infalibilidad de sus rodillas).

Se me dirá que el fútbol se juega con las piernas. Cierto. Por lo tanto, la política de un club de futbol de fichar cojos es una de las formas de caridad que una gran institución, cuyo presupuesto roza los 400 millones, puede permitirse. Pero no la única, porque el fútbol se juega con el cuerpo en general, moviéndolo, y en ese apartado el Madrid también ha contribuido a mejorar el mundo, fichando, en lugar de atletas, a señores gordos, incapaces para la actividad física. Ronaldo, en su etapa madridista, frisó los 100 kilos, kilogramos masa, y Cassano, llamado talentino, marcó un golino, pese a que, de perfil, recordaba a Buda.

Fichar, fichar, fichar... ¿El futbol será algo más que fichar? También es cantera. Y la cantera madridista es la mejor. El jugador más letal del Barcelona, por ejemplo, es de la cantera del Real Madrid. Eto'o era blanco. Pero tenía dos piernas, era ambioso, estaba delgado, corría rápido y marcaba goles. Un jugador inservible.

Y luego están los directivos. Un directivo del Madrid es un señor que parece que, habiendo dado ya todo el asco que un ser humano puede dar, quiere instalarse en un sillón bien visible para dar un poquito más. Tan ricos como feos, sorprenden siempre, por feos y por ricos. Desde Lorenzo Sanz, que parecía que sudaba, directamente, torreznos, hasta el presidente de los navieros, que parece que se engomina el pelo con la grasa de Lorenzo Sanz.