LA CRISIS Y EL TIEMPO
El Pais publica un reportaje del género apocalíptico-especulativo que, por si alguien no lo ha leído, he enlazado en el título de este comentario. Esta mañana madrugué y lo leí en la versión digital. Luego me senté en el sofá a esperar a ver si aún seguiría habiendo amaneceres.
La confianza o la crisis son realmente dos nombres del futuro. Lo que está en juego no es lo que tenemos sino lo que creemos que podremos tener. La crisis consiste en que pensamos que no podremos tener lo que supusimos que tendríamos. El futuro se torna negro. La depresión consiste en que no podremos tener lo que creemos que tenemos. El presente se torna futuro (y negro). No se trata de que la casa en la que vivimos pueda no valer en el mañana lo que pagamos por ella en el ayer. Es que aquello de lo que disponemos en el presente (el dinero en efectivo, por ejemplo), puede no valer en un inminente ahora mismo. Lo interesante de la lección es que el presente está lleno de mañana, preñado de futuro.
El efectivo existe porque confiamos en que seguirá existiendo, porque si lo reclamamos deja de existir. Puede parecer abstracto pero se llama corralito.
En el orden práctico tengo una duda, cuando el Estado decida devolvernos a la infancia y dejarnos sacar solo la propina de lo que creíamos nuestros ahorros, ¿se incluirán en la dosis los gastos domiciliados? ¿quedará exenta esa comunicación invisible entre cuentas?
En el orden teórico, sobre estos temas de la relación íntima de los tiempos, a leer a San Agustín.
La confianza o la crisis son realmente dos nombres del futuro. Lo que está en juego no es lo que tenemos sino lo que creemos que podremos tener. La crisis consiste en que pensamos que no podremos tener lo que supusimos que tendríamos. El futuro se torna negro. La depresión consiste en que no podremos tener lo que creemos que tenemos. El presente se torna futuro (y negro). No se trata de que la casa en la que vivimos pueda no valer en el mañana lo que pagamos por ella en el ayer. Es que aquello de lo que disponemos en el presente (el dinero en efectivo, por ejemplo), puede no valer en un inminente ahora mismo. Lo interesante de la lección es que el presente está lleno de mañana, preñado de futuro.
El efectivo existe porque confiamos en que seguirá existiendo, porque si lo reclamamos deja de existir. Puede parecer abstracto pero se llama corralito.
En el orden práctico tengo una duda, cuando el Estado decida devolvernos a la infancia y dejarnos sacar solo la propina de lo que creíamos nuestros ahorros, ¿se incluirán en la dosis los gastos domiciliados? ¿quedará exenta esa comunicación invisible entre cuentas?
En el orden teórico, sobre estos temas de la relación íntima de los tiempos, a leer a San Agustín.
Comentarios
Un error grave. Me creo que las cosas son lo que son. Qué ingenuidad. Aunque reflexionando soy consciente de que tengo una concepción falsificada de la vida no puedo evitarlo. Echo de menos que mi padre no me leyera fragmentos de Heráclito en la cama por las noches antes de dormirme.
Marcos
Con el nombre del experto citado: Stephen King, ya se dice mucho.
Con artículos de este tipo, se va hacia la profecía autocumplida, porque se mina la decreciente confianza en el sistema económico, que en el fondo depende de una cuestión de fe. Tanto tiempo dudando de Dios y, al final, todo se sigue reduciendo al mismo concepto. Recordemos: hay que creer que ese papelito azul que pone 20 euros realmente vale 20 euros. Otra cosa, si todo el mundo retirase los depósitos de los bancos, la catástrofe sería tal, que esos papelitos pasarían a su valor material: muy poco.
Aun a riesgo de ser como la orquesta del titanic: seguir tocando mientras el barco se hunde, prefiero no caer en la depresión, la preocupación sin más, soluciona pocos problemas.
Si los precios bajan la gente deja de comprar porque los consumidores esperan que sigan bajando.
Economy is a mythos.
kk
San Pablo, 24-11, 20:30
Si los precios bajan la gente deja de comprar porque los consumidores esperan que sigan bajando.
¿En la redacción de esa revista no compran material informático?.
Gaby