NADAL Y LA EXISTENCIA DE DIOS
El premio Príncipe de Asturias de los deportes trabaja al servicio del Vaticano. Samaranch recibe instrucciones de Ratzinger, quien está construyendo una teología para el porvenir. Preparan un argumento del tipo: Dios debe existir porque la justicia humana sólo da para lo que da (y, como ejemplo, el premio Príncipe de Asturias de los deportes).
Después de cinco años de que el tenis tuviera un mismo dominador, le concedemos el premio a un tenista que es número uno desde hace una semana. ¡Nos gusta el número uno!
No se lo damos al mayor recolector de medallas de los juegos olímpicos, ni a la recordman consecutiva de más de veinte records, ni al hombre más rápido de la historia.
Si esto es así en un premio deportivo, qué no será un premio literario, un cargo en las listas del PSOE, una concesión de autopistas de peaje.
Sí, Nadal nos cae muy bien y, al menos, no es un futuro campeón, como fue Fernando Alonso, pero elegirle por encima de Federer es una injusticia tan grande que que baje Dios y lo vea. Y Benedicto XVI lo sabe.
Después de cinco años de que el tenis tuviera un mismo dominador, le concedemos el premio a un tenista que es número uno desde hace una semana. ¡Nos gusta el número uno!
No se lo damos al mayor recolector de medallas de los juegos olímpicos, ni a la recordman consecutiva de más de veinte records, ni al hombre más rápido de la historia.
Si esto es así en un premio deportivo, qué no será un premio literario, un cargo en las listas del PSOE, una concesión de autopistas de peaje.
Sí, Nadal nos cae muy bien y, al menos, no es un futuro campeón, como fue Fernando Alonso, pero elegirle por encima de Federer es una injusticia tan grande que que baje Dios y lo vea. Y Benedicto XVI lo sabe.
Comentarios
Que conste que conozco gente que está de acuerdo con esta decisión y la defendían frente a otras candidaturas.
Por cierto no mencionas a la roja, el otro candidato.