LA CRISIS DEL SISTEMA
Como pasa en el boxeo, es la contundencia del segundo golpe la que garantiza la eficacia del primero. ¿No parecía que le hubiera dado tan fuerte? Pues mira que leche: ahí está la prueba.
El derrumbe de Lehman Brothers es el segundo hostiazo y presagia la caída en la lona. No habrá recuperación. Es el fin del sistema. El comunismo no se recuperará jamás.
La caída del muro fue el primer golpe. Ronald Reagan y Karol Woytila, un actor y un director teatral aficionado, con la puesta en escena de la guerra de las galaxias y los movimientos de masas en Polonia, cortaron el oxígeno. De aquello se siguieron muchas cosas, una de las cuales, por ejemplo, se llama Osetia del sur. Otra cosa fue Lehman Brothers.
Ocurre con frecuencia, como demuestran irrefutablemente las películas de espadachines, que en la lucha se olvida el punto de partida y acaba uno adoptando las posiciones del enemigo, sin dejar de luchar y sin dejar de odiar. Lehman Brothers, a quienes las gentes tomaban por un banco de negocios de Wall Street, se propusieron dar a cada pobre americano un hogar. En propiedad. Que no tienes trabajo, ni dinero, ni quien te avale, no pasa nada. Los ejecutivos de Lehman te garantizan una vivienda para ti solo y, además, reparten tus riesgos con todo el sistema financiero. Pues bien, la utopía comunista de Lehman Brothers se ha venido abajo. Lo que sigue es sólo gestión estatal del fracaso, financiación pública de la incompetencia, una cosa venezolana, menor.
El derrumbe de Lehman Brothers es el segundo hostiazo y presagia la caída en la lona. No habrá recuperación. Es el fin del sistema. El comunismo no se recuperará jamás.
La caída del muro fue el primer golpe. Ronald Reagan y Karol Woytila, un actor y un director teatral aficionado, con la puesta en escena de la guerra de las galaxias y los movimientos de masas en Polonia, cortaron el oxígeno. De aquello se siguieron muchas cosas, una de las cuales, por ejemplo, se llama Osetia del sur. Otra cosa fue Lehman Brothers.
Ocurre con frecuencia, como demuestran irrefutablemente las películas de espadachines, que en la lucha se olvida el punto de partida y acaba uno adoptando las posiciones del enemigo, sin dejar de luchar y sin dejar de odiar. Lehman Brothers, a quienes las gentes tomaban por un banco de negocios de Wall Street, se propusieron dar a cada pobre americano un hogar. En propiedad. Que no tienes trabajo, ni dinero, ni quien te avale, no pasa nada. Los ejecutivos de Lehman te garantizan una vivienda para ti solo y, además, reparten tus riesgos con todo el sistema financiero. Pues bien, la utopía comunista de Lehman Brothers se ha venido abajo. Lo que sigue es sólo gestión estatal del fracaso, financiación pública de la incompetencia, una cosa venezolana, menor.
Comentarios
devisita
El movimiento estratégico ruso en el Caribe es una buena jugada. Pero Chavez y Putin no hacen buena pareja. Apuesto por una alianza Lula-Medvedev.
KK