PROFESOR NEIRA

Varón malo agrede mujer víctima. Interviene varón bueno. Varón malo agrede varón bueno.

Varón bueno, interviniente, agredido, coma.

Mujer víctima dice: varón malo es varón bueno, mujer no víctima. Varón bueno, no dice.

- ¿mujer víctima, mujer mala?
- No. Nunca mujer víctima mujer mala: síndrome de estocolmo, no persona.

- Hombre bueno, ayudar no persona, ¿tonto?
- No. Nunca no ayudar mujer víctima.

Ya.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No se si verías el otro día la noria... pero fue vergonzoso.

Si la vida de mi marido/padre/hijo estuviera pendiendo de un hilo por culpa de un "ser" y semejante mamarracha saliera a hablar en la tv como lo hizo esa... al día siguiente yo dormiría en Villabona, pero ella dormía en La Carriona, no te digo más.
Anónimo ha dicho que…
No entiendo. Nada. Ya.
Juan Carlos G. G. ha dicho que…
Ya lo dijo el otro día Enric González: "Jesús Neira ya es un héroe. Pero no tenía que haber intervenido aquel fatídico 2 de agosto, porque alteró el orden natural de las cosas. Puertas está bien donde está. Neira, por desgracia, ocupa la plaza hospitalaria que le correspondía a esta mujer."
Anónimo ha dicho que…
Entiendo la reacción de él, el héroe. Impulso humano.
También, las razones que aduce ella, la no víctima. Impulso amoroso.
Ambos, desde mi punto de vista, irracionales.

Lo que me resulta curioso es que la única intervención humana realizada al amparo de la estricta razón, la de los médicos, es la que ha sido la peor de las tres y la que más fatales consecuencias ha producio.

devisita
Ángel ha dicho que…
Romerales:
Mi queja es contra el esquematismo de la situación, de una simpleza de película de indios.

La clave alrededor de la que gira todo es que la mujer sólo puede ser víctima. Alrededor se organiza un mundo masculino en el que se puede ser malo, o bueno. Estas ideas recuerdan al papel tradicional de las mujeres en las películas del oeste y se dan de narices con la realidad del caso Neira.

Los medios de comunicación han ensalzado el heroísmo y para hacerlo sin trasladar ninguna maldad a la mujer han tenido que inhabilitarla. Todo para sostener el discurso oficial de que se debe intervenir en las vidas ajenas, pues las víctimas no se valen por si solas.