LA VUELTA A LA TORTILLA
Mañana se cumple el aniversario del mayor atentado terrorista cometido en suelo europeo. Murieron 191 personas. 1700 resultaron heridas. En la ciudad donde ocurrió, hoy se van a manifestar cientos de miles de personas. Quizá millones. Sin embargo, no se manifiestan por nada que tenga que ver con aquel atentado. Lo harán porque un condenado por amenazas no terroristas, al que el gobierno tenía hospitalizado en Madrid, el gobierno lo tiene hospitalizado en San Sebastian.
Podría parecer un tema menor para que cientos de miles de personas, quizá millones, salieran a la calle. Siéndolo. Ocurre que el tema es indiferente, como ya se ha explicado aquí. Lo único necesario es que sea un tema flexible, pues es enorme lo que con él hay que tapar. Tiene que ser un tema suficientemente elástico como para tapar una guerra con argumentos falsos, unas manifestaciones millonarias en su contra, un atentado islamista por esa razón, la convocatoria gubernamental de manifestaciones también millonarias dirigidas, como esta, a mirar para otro lado (a la que fue gente obediente que quería, sin embargo, mirar al sitio adecuado)...
191 personas tuvieron la falta de delicadeza de estallar por causas inadecuadas. El PP no las quería estalladas, las quería esfumadas. Y, en efecto, a sólo tres años de aquello, cientos de miles, quizá millones de personas, que se sienten víctimas de un traslado hospitalario, van a hacer de pantalla para que de las víctimas del 11-M no se vea ni el humo.
Podría parecer un tema menor para que cientos de miles de personas, quizá millones, salieran a la calle. Siéndolo. Ocurre que el tema es indiferente, como ya se ha explicado aquí. Lo único necesario es que sea un tema flexible, pues es enorme lo que con él hay que tapar. Tiene que ser un tema suficientemente elástico como para tapar una guerra con argumentos falsos, unas manifestaciones millonarias en su contra, un atentado islamista por esa razón, la convocatoria gubernamental de manifestaciones también millonarias dirigidas, como esta, a mirar para otro lado (a la que fue gente obediente que quería, sin embargo, mirar al sitio adecuado)...
191 personas tuvieron la falta de delicadeza de estallar por causas inadecuadas. El PP no las quería estalladas, las quería esfumadas. Y, en efecto, a sólo tres años de aquello, cientos de miles, quizá millones de personas, que se sienten víctimas de un traslado hospitalario, van a hacer de pantalla para que de las víctimas del 11-M no se vea ni el humo.
Comentarios
¡Qué hijos de la gran puta!