ARCADI EN BUCKINGHAM

Un partido de fútbol son 11 contra 11 y cada uno de los 22 tiene una función diferente. Algunos tienen la tarea de que el partido sea 11 contra 10, anulando algún jugador contrario. Lo ideal es que el peor de los tuyos anule al mejor de los otros. En el Barcelona-Real Madrid del sábado, Sergio Ramos lo intentaba con Ronaldinho y Oleguer, del Barcelona, con Guti. Como Oleguer lo hizo mal, acabó expulsado. Al final, el partido fue un 11 contra 10, pero en sentido contrario.



Ese mismo día, un poco antes, el PP había montado una fiestuqui para que Mariano Rajoy se creyera presidente. Con banderas, con himno, y con todo. Era una representación de presidente tan perfecta que Mariano Rajoy parecía un presidente de verdad. Concretamente, Hugo Chávez.



Pero no es tan fácil conseguir que Mariano Rajoy sea el Hugo Chávez que juega a ser, porque es el 5º líder más valorado de España, y "5º líder" es una contradicción en sus términos. Para conseguir remontar tantas posiciones hay que trabajar en equipo. Pedro J contamina, los obispos encrespan, los senadores azuzan… hasta el propio Mariano hace algo: si los azuzados por los encrespados contaminados rechistan, Mariano recrimina. Luego, La Razón se hace eco de las sensatas palabras de Mariano. Se trata de un coordinado trabajo en equipo.

Yo soy del Real Madrid y no sigo a otros equipos, porque con el mío tengo de sobra. La cuestión es que las tácticas de estos son tan burdas que no gastan tiempo en sutilezas y con las portadas ya te enteras. Pero me sorprendió que el día 9, á y heptafon declararan que habían abandonado a Arcadi y decidí visitar ese blog. Allí descubrí, como me había avisado don’t, el lado finolis de la cosa: el intelectual del sentido, del sentido de las frases de los periódicos de la socialdemocracia. Tampoco es tanto trabajo porque sólo es uno. He leído algunas de sus entradas y, aunque me parece difícil enterarse de todo, he llegado a la conclusión de que el Oleguer de la derecha lo que quiere decir es que EL PAIS no dice la verdad absoluta. Menos mal, creía que sí.

O sea que la pandilla no se acaba en Mariano llamando hooligan a Zapatero cuando responde educadamente a senadores que le llaman asesino (en el Senado), tienen gente hasta para defenderse de las portadas de EL PAIS, por nerviosas. Es un trabajo divertido, del mismo tipo de diversión que gozan esos turistas que van a Londres a intentar hacer gesticular a los guardias de Buckingham.



Por mi parte, este domingo pude tener entre mis manos un ejemplar de EL MUNDO y reconozco que me pareció una experiencia tan fascinante como el encuentro con el ornitorrinco: Por ejemplo, un artículo de fondo corrigiendo las tácticas de las acusaciones particulares, para guiarlas, sobre la base de las declaraciones del único testigo que se ha retractado, hacia la libre absolución de los enjuiciados en el juicio del 11-M. Aunque acusación y absolución sean términos contradictorios, lo cierto y verdad es que era un artículo nada nervioso. Un artículo tan tranquilo.