RELIGIÓN Y CONSTITUCIÓN

Conozco a mucha gente que viendo esta foto pensaría en lo extravagante que va vestida la persona de la derecha. De la derecha de la foto, quiero decir.

El Tribunal Constitucional, al parecer, ha dictaminado que la Iglesia podría despedir a un docente de religión católica de una escuela pública sobre la base de su comportamiento personal (por convivir con alguien sin estar casados, por ejemplo). Hay que tener en cuenta, además, que a los profesores de religión católica les paga el Estado . Por estas cosas se considera de izquierdas estar en contra de ese dictamen (Juan José Millás, en la ventana de la Cadena SER, estaba realmente enfadado). Yo estoy a favor.

Los profesores de religión católica son elegidos por los obispos sobre no se sabe qué base, pero sobre una que tiene en cuenta (o podría tenerlo) su comportamiento personal. No se oyen quejas en este sentido. Ni por parte de los profesores de religión ni de algunas gentes de izquierda. Parece normal que los criterios de salida sean coherentes con los de entrada, creo yo. Y por eso estoy de acuerdo.

Lo absurdo es que en un organismo público haya gente trabajando porque le cae bien a un obispo. Y digo esto porque yo, cuando veo la foto de arriba, soy de los que piensan que no puede esperarse nada serio de gentes que llevan disfraces como los de la izquierda (de la foto). Lo insensato es dejar en manos de quienes escogen ese vestuario la elección de los profesores de nuestros niños. A eso se le llama impugnar el Concordato, algo que el radical de Zapatero ni se plantea.