PRINCIPE DE ASTURIAS Y TIEMPO
El Real Madrid compró a los que habían sido los mejores jugadores del mundo. Pasado. El Barcelona al que iba a serlo. Futuro. Ganó el Barça y marcó tendencia.
El año pasado, la Fundación Príncipe de Asturias concedió su premio de los deportes al que iba a ser campeón del mundo de automovilismo. Apostó por el futuro, como el Barcelona. Este año no le ha dado tiempo: el mundial de baloncesto acabó unos días antes y la Fundación ha tenido que volver a dar su premio a quien ya ha sido algo. Una pena. Y todo por unos pocos días y por una canasta que fallaron los argentinos. Esos elementos circunstanciales no se pueden achacar al jurado. El jurado ha vuelto a dar en el clavo, sólo que una incorrecta planificación del calendario ha jugado en su contra. La dignidad de la institución queda incólume, aunque urge modificar los estatutos para que estas simpáticas personas puedan reunirse, con el resto de los forofos nacionales (y quizá con el presentador de la sexta), y volver a dar sus premios por anticipado, en el descanso, a falta de quince vueltas o en el segundo set.
Todo menos dar premios a gente como Beckenbauer, Agassi, o Yelena Isinbayeva, que por no ser, no son ni españoles.
El año pasado, la Fundación Príncipe de Asturias concedió su premio de los deportes al que iba a ser campeón del mundo de automovilismo. Apostó por el futuro, como el Barcelona. Este año no le ha dado tiempo: el mundial de baloncesto acabó unos días antes y la Fundación ha tenido que volver a dar su premio a quien ya ha sido algo. Una pena. Y todo por unos pocos días y por una canasta que fallaron los argentinos. Esos elementos circunstanciales no se pueden achacar al jurado. El jurado ha vuelto a dar en el clavo, sólo que una incorrecta planificación del calendario ha jugado en su contra. La dignidad de la institución queda incólume, aunque urge modificar los estatutos para que estas simpáticas personas puedan reunirse, con el resto de los forofos nacionales (y quizá con el presentador de la sexta), y volver a dar sus premios por anticipado, en el descanso, a falta de quince vueltas o en el segundo set.
Todo menos dar premios a gente como Beckenbauer, Agassi, o Yelena Isinbayeva, que por no ser, no son ni españoles.
Comentarios
Además, igual después se lo quitan (como a Zidane).
El Príncipe verá por fin -en Asturias, que no Japón- a los chicos de oro.
¿por qué no se les da a la selección italiana de fútbol? O, ya puestos, a la Juve como consolación por el descenso.
Para acabar, una inquietud, ¿dónde se reúne el jurado y qué menús tiene? Eso podría explicar algunas cosas.
- semifinales y lesión de Gasol
- final y muerte del padre del seleccionador
- celebración e incendio en edificio al lado del punto de recepción.
Además si alguien no viene a recogerlo personalmente, siempre da la oportunidad a un asalariado de viajar y pegarse una cena que a lo mojó les mola...
Yo también tengo mi candidato: Manolo el del Bombo.