VÍCTIMAS (1)
Debido seguramente a los muchos años que pasé sin televisión, en Salamanca y en Mallorca, tardé en enterarme de que el fiscal Fungairiño es paralítico. Le había oído hablar, le había oído nombrar y había visto su rostro en muchas ocasiones antes de que, al verle de cuerpo entero, me enterara de que es un impedido y se desplaza en una silla de ruedas.
Saber eso me influyó. Sé que de una extraña manera esa característica cambió mi consideración hacia él. Por ejemplo, fijaos en la fórmula que voy a emplear ahora: creo que he estado en desacuerdo con algunas de sus iniciativas. ¿Lo digo de ese modo tan prudente porque siempre quise creer que sus iniciativas serían legales (o lo pretenderían) y porque considero a los fiscales, como la pieza del engranaje judicial que son, vinculados por la ley al resto del cuerpo político? ¿O era que, en el fondo, sospechaba que un fiscal paralítico no podía andar a su bola?
Desde que me enteré, la parálisis de Fungairiño me ha creado la duda de si prefiero verle retratado de cara o de cuerpo entero. Cuando publican su retrato, me parece que lo hacen para escamotearnos su minusvalía. Cuando le presentan entero, me parece que quieren impresionarnos con ella. Vamos que no sé a qué carta quedarme, porque cualquiera de ellas me lleva, inmediatamente, a pensar en la otra.
Estaba así de perdido, cuando el Fiscal General del Estado cesó a Fungairiño y apareció Ángel Acebes diseñando una escenografía que ni Tarantino: "El Estado de derecho no se merece la entrega de la cabeza de un servidor del Estado y de la libertad en bandeja de plata a Zapatero para sus maniobras".
Acebes ha resuelto mi dilema: ha optado por el retrato. Estilo Caravaggio, eso sí. Pero al desgajarle la cabeza del cuerpo (con el fin de que Zapatero pueda maniobrar), deja el cuerpo de Fungairiño, sin cabeza, en su silla. Esta situación es, sencillamente, insoportable. Marea. La imagen de Zapatero poniendo sus manos sobre la cabeza de un paralítico decapitado, nos conduce, como un resorte, hacia ese cuerpo doblemente mortificado: cuerpo lisiado y cuerpo desgajado. Acebes convierte, en una frase, al exrequetefiscal en supervíctima. Y al presidente del gobierno en Fu-Manchú. Acebes, un genio de la puesta en escena (aunque no descarto otras posibilidades).
La brutalidad de la frase de Acebes le resta valor enunciativo pero demuestra la intensidad de su deseo de que consideremos a Fungairiño como víctima. Esa frase se dirige al inconsciente colectivo de los funcionarios españoles, esa enorme clase media, para quienes la cabeza está intimamente unida al cuerpo (de la Administración) y cuya existencia gira alrededor de su plaza. También se dirige a las víctimas del terrorismo, muchas de las cuales sí han sufrido los efectos que siguen a la separación de la cabeza del tronco. En sentido literal. Sin embargo, por lo que se ve, las víctimas han dado por buena la metáfora.
¿Qué quiero señalar? La importancia de la víctima, el modo de construirla, la manera en que nos condiciona.
- ¿Por qué?
- Porqué, mañana.
Saber eso me influyó. Sé que de una extraña manera esa característica cambió mi consideración hacia él. Por ejemplo, fijaos en la fórmula que voy a emplear ahora: creo que he estado en desacuerdo con algunas de sus iniciativas. ¿Lo digo de ese modo tan prudente porque siempre quise creer que sus iniciativas serían legales (o lo pretenderían) y porque considero a los fiscales, como la pieza del engranaje judicial que son, vinculados por la ley al resto del cuerpo político? ¿O era que, en el fondo, sospechaba que un fiscal paralítico no podía andar a su bola?
Desde que me enteré, la parálisis de Fungairiño me ha creado la duda de si prefiero verle retratado de cara o de cuerpo entero. Cuando publican su retrato, me parece que lo hacen para escamotearnos su minusvalía. Cuando le presentan entero, me parece que quieren impresionarnos con ella. Vamos que no sé a qué carta quedarme, porque cualquiera de ellas me lleva, inmediatamente, a pensar en la otra.
Estaba así de perdido, cuando el Fiscal General del Estado cesó a Fungairiño y apareció Ángel Acebes diseñando una escenografía que ni Tarantino: "El Estado de derecho no se merece la entrega de la cabeza de un servidor del Estado y de la libertad en bandeja de plata a Zapatero para sus maniobras".
Acebes ha resuelto mi dilema: ha optado por el retrato. Estilo Caravaggio, eso sí. Pero al desgajarle la cabeza del cuerpo (con el fin de que Zapatero pueda maniobrar), deja el cuerpo de Fungairiño, sin cabeza, en su silla. Esta situación es, sencillamente, insoportable. Marea. La imagen de Zapatero poniendo sus manos sobre la cabeza de un paralítico decapitado, nos conduce, como un resorte, hacia ese cuerpo doblemente mortificado: cuerpo lisiado y cuerpo desgajado. Acebes convierte, en una frase, al exrequetefiscal en supervíctima. Y al presidente del gobierno en Fu-Manchú. Acebes, un genio de la puesta en escena (aunque no descarto otras posibilidades).
La brutalidad de la frase de Acebes le resta valor enunciativo pero demuestra la intensidad de su deseo de que consideremos a Fungairiño como víctima. Esa frase se dirige al inconsciente colectivo de los funcionarios españoles, esa enorme clase media, para quienes la cabeza está intimamente unida al cuerpo (de la Administración) y cuya existencia gira alrededor de su plaza. También se dirige a las víctimas del terrorismo, muchas de las cuales sí han sufrido los efectos que siguen a la separación de la cabeza del tronco. En sentido literal. Sin embargo, por lo que se ve, las víctimas han dado por buena la metáfora.
¿Qué quiero señalar? La importancia de la víctima, el modo de construirla, la manera en que nos condiciona.
- ¿Por qué?
- Porqué, mañana.
Comentarios
Conde-Pumpido: por primera vez sus colegas han pedido su dimisión. No va a dimitir, claro.
Vergonzoso.
Parece que la AVT quiere convocar una (otra) manifestación no se muy bien con qué lema
Detenidas 6 personas por estar presuntamente implicadas en la trama de la también presunta corrupción en un concurso eólico del Gobierno de Canarias.
Según rumurología picapleitera, el taxista y finalmente la agencia Europa Press:
Entre los implicados se encuentra un ex alto cargo del Gobierno regional, del Partido Popular (PP), dos empresarios, un abogado, un empleado de banca y un funcionario del Gobierno autónomo.
Están prestando declaración en el edificio denominado SUPERCOMISARÍA.
Las detenciones se llevaron a cabo por orden judicial en LPGC y en la Península. Confirmado por nota de prensa del Tribunal Superior de Justicia.
Siguen tirando de la manta...
(A raiz de esta investigación judicial, se abrieron diligencias previas -por otro asunto- al Presidente de la Audiencia Provincial de Las Palmas, suspendido cautelarmente de sus funciones)
Estas cosas, aunque resulte extraño, dan votos, o más bien se los quitan al contrario.
Hablando de entrevistas, ayer vimos la que le hizo Eva Hache a Vargas Llosa (la noche del pasado martes) por aquello de si salía luego el 'tema' en el blog. Me pareció completamente desaprovechado: fue como invitar a un corredor de fondo a correr los 100 metros. (Suspiro) Si lo hubiera entrevistado Joserra...(suspiro).
De todas formas estoy de acuerdo con sus ideas y eso que yo no Milito en ningún partido y lo repetiré hasta 6 veces si hace falta.
Escribí que Acebes era habil en la puesta en escena. Querría matizar. En la puesta en escena gore.