GUERRA

Vi la entrevista que Gabilondo le hizo a Guerra y lo entendí todo. Todo, todo, tampoco: entendí todo lo que dijo y también porque la gente ha dicho toda la vida que Guerra es tan listo. Me parece bastante entender para una entrevista de diez minutos a un político.

Hasta ayer mantuve la sospecha de que Guerra pertenecía a esa estirpe de listos que ponen cara de listos y alimentan su fama de listos. Un grupo abundantísimo en las facultades de Filosofía. Ayer cambié de opinión. Guerra se sentó tan tranquilo, con una actitud que podía sospecharse que sería la del resabiao que se sabe capaz de torear cualquier Mihura, pero que era la del imperturbable sabio oriental capaz de sosegar a la fiera con la paz que desborda quien comprende la unidad del todo.

Quiero decir que contestaba a las preguntas. Directamente. A preguntas como qué va a ser de Pascual Maragall o qué hay que hacer con el PP o en qué ha cambiado el proyecto de estatuto para que haya pasado de no gustarle nada a apoyarlo. Respondió políticamente. ¿No dije antes que había respondido directamente? ¿En qué quedamos? Sus respuestas directas eran políticas: explicitaban relaciones de poder, perspectivas sobre el poder, ambiciones de poder. Vi en Guerra la materia del PSOE. Zapatero, a su lado, es estrictamente formal. Guerra es el contenido, Zapatero el procedimiento y después de tanto tiempo de actitudes, a mi, al menos, ya me hacía falta tocar un poco de chicha.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Vimos la entrevista también. Guerra me parece muy listo y bastante sincero para lo que se estila. Otro listo, Gallardón, el día anterior estuvo algo más evasivo. Tiene más que perder. No entiendo como los cegatos del PP no le utilizan más. Creo que es directamente porque no le soportan.
En Canarias se hizo una encuesta para ver el socialista canario más valorado y salió Saavedra, retirado de la vanguardia política y dedicado a su erudición musical. Y es que los políticos actuales no parecen tan listos.
Anónimo ha dicho que…
El olor del cuero, de la hierba y, por qué no decirlo, el olor de otros hombres.
Ángel ha dicho que…
Sospecho, Ventura, que Saavedra estará dedicado a su erudición musical y al recuerdo, porque no decirlo, del sudor de otros hombres.

En el caso de Romerales (onda pesquera), creo que el recuerdo que impulsa su admiración se circunscribe a la barra del Berlín. Sea como sea, tiene más mérito hablar bien de un político del presente. A Ventura a mi nos venció la nostalgia.