LECCIÓN POLÍTICA DE BARRIO SÉSAMO: FUTURO Y PASADO

Los conservadores atacan a los progresistas con el arma conservadora contra los progresistas: con el futuro. El futuro de los progresistas será terrible. No habrá educación, ni familia, ni España, sólo niños a los que la escuela quiere ateos, desobedientes, tontos e ignorantes, que en sus casas serán homosexualizados y, además, fanatizados por sus gobernantes nacionalistas, quienes les inocularán el egoismo de su patria diminuta. Todo ello según un plan sellado entre ETA y Carod, seguramente en antinatural postura.

Ahora los progresistas atacan a los conservadores con el arma progresista contra los conservadores: con el pasado. El pasado de los conservadores es una mierda. Las decisiones técnicas (prestige) se tomaban a priori y sin analizar los problemas y luego se mentía en el Parlamento haciendo ver que todo estaba muy bien pensado. Las decisiones políticas (Irak), por su parte, se tomaban saltándose a la torera los informes jurídicos y luego se mentía en el Parlamento haciendo ver que todo estaba muy bien fundamentado.

Al paro, despilfarro y corrupción, se le quiere contrarrestar ahora con desgobierno, mentira y crispación.

La pregunta es: ¿qué es más fuerte: la contrastación que permite el pasado o el miedo que produce el futuro? La respuesta del cuento (Pedro y el lobo) es que el miedo que anuncia el mentiroso desaparece. La gente dejó de hacer caso al mentiroso. Con todo, aprendamos del cuento: desaparece el miedo, no el peligro.