SERGIO RAMOS COMO PROBLEMA URBANÍSTICO
Dice Juan que los técnicos del Madrid, cuando van a comprar un defensa central, si no lo encuentran lento, por lo menos esperan que sea caro. Esta estrategia pareció haber llegado a su culminación, cuando, en el caso de Woodgate, sumaron a estas características, tan ansiadas, otra sorprendente en un futbolista, ser cojo. El Madrid ha ido aún más lejos porque ser cojo, para un defensa central, es un mero accidente. El no va más ha sido comprar a un defensa central que falla en lo esencial, un tipo que, sencillamente, no es defensa. Es Sergio Ramos.
Aún no he leído en la prensa que Sergio Ramos es un pésimo defensa, que lo es. Supongo que no lo escriben porque está recién estrenado, tiene difícil reutilización, ha sido muy caro y va a durar mucho tiempo (el muchacho tiene un contrato por ocho años).
Comparte, pues, las cualidades de la arquitectura institucional contemporánea española, y la metáfora, por el lado del fútbol, llega hasta el punto de que ha venido a sustituir a un jugador que se apodaba “El Muro”. Por el lado de la arquitectura, la metáfora es redonda: en España se han tirado muchas cosas para construir edificios emblemáticos, carísimos de edificar y de mantener, imposibles de reutilizar y bien vistos en los periódicos.
La metáfora falla en que Sergio Ramos es sólo uno, y lo paga el Madrid.
Aún no he leído en la prensa que Sergio Ramos es un pésimo defensa, que lo es. Supongo que no lo escriben porque está recién estrenado, tiene difícil reutilización, ha sido muy caro y va a durar mucho tiempo (el muchacho tiene un contrato por ocho años).
Comparte, pues, las cualidades de la arquitectura institucional contemporánea española, y la metáfora, por el lado del fútbol, llega hasta el punto de que ha venido a sustituir a un jugador que se apodaba “El Muro”. Por el lado de la arquitectura, la metáfora es redonda: en España se han tirado muchas cosas para construir edificios emblemáticos, carísimos de edificar y de mantener, imposibles de reutilizar y bien vistos en los periódicos.
La metáfora falla en que Sergio Ramos es sólo uno, y lo paga el Madrid.
Comentarios
construyendo auténticos 'cojones' de hormigón (publicado en La Voz
de Galicia hace unos de años). Las metáforas, en este caso, son
redondas por el lado de los futbolistas.
Nadie aplaudió cuando aparecieron las goteras. Eso sí alguno resbaló.
CON LOS MÍOS ESTOY
Con los míos estoy. He aquí mis cartas,
descubro claramente el juego:
miro la realidad y a este costado
se me inclina la voz por donde muero,
por donde el corazón ligeramente
me vence cada día con su peso
y una pequeña herida hacia la tierra
me va sangrando el verso.
Entre estas manos con que escribo cabe
acumulado todo lo que tengo,
todo lo que sostiene el breve mundo
querido que defiendo.
Cada mañana pongo a flote el barco
que se fue a pique en la tiniebla, el lienzo
de las velas coloco... (Cada día
el barco queda un poco más adentro.)
Soporto humanamente, como cada
uno, mi propio muerto,
y procuro que no me toque nadie
el hedor de este triste compañero.
No me resigno a que las cosas vayan
por la tierra peor que por el cielo.
Para cumplir con mi verdad escribo.
(Perdón si soy modesto.)
Y se iban posando, aposentando en silencio, esperando que apareciese el ofertante de empleo hacia el que se lanzaban todos en tropel.
Era un poco como una de esas secuencias que Hitchcok selló en Los Cuervos. ¿Cucas? no recuerdo.
Los psiquiatras locales destacaban la escasa psicopatología que encontraban entre los inmigrantes, la mayoría subsaharianos: Senegal, Níger, Malí,etc.
Parece lógico, decían, recorrer tanta distancia y sortear tantos peligros solo está al alcance de los mas fuertes. "Viene lo mejor de cada tribu" me decía un compañero.
Alguien del público preguntó por el "Síndrome de Ulises", que es ese conjunto de ansiedades y depresiones que según un psiquiatra de Burgos y un periodista de Albacete, se apodera irremediablemente del emigrante, debiendo ser derivado a los servcios de atención especializada.
Nadie conocía a Ulises. Allí "esas" depresiones y ansiedades se curan con trabajo y alojamiento. Medidas sociales, pedían. Exclusivamente, sociales.
Y viene este tubo a cuento ante la mala follá que tiene la objetividad en la narrativa actual. Políticos, Periodistas, fotógrafos, psicólogos, psiquiatras se dedican a falsear la realidad de la inmigración de manera sistemática. Y se acaba, como decía Ventura días atrás, inventando enfermedades.O jugando con los números hasta hacer demagogia.
De ahí que uno añore ciertas lecturas, añejas, cierto, y repela otras.
Pero ¿y las ONGé? pregunté.
Mejor, no hablamos, que he bebido mucho. Y se calló el colega.
¡Qué pena de periodismo¡
Yo, que muchos días odié los comentarios de Haro, le echo de menos en cuanto tipo valiente y sin freno en la lengua, enemigo del wishful thinking y de la creciente caterva de demagogos y meapilas.
Como Gustavo Bueno. "Los libros que se han escrito sobre la búsqueda de la felicidad son una estafa y una mierda". Es cierto. Y alguien tiene que decirlo.
Mi hija Inés lo hubiese hecho mucho mejor. Desde que se levanta sólo pronuncia una palabra (que me hace llorar de felicidad): eto, eto, eto....