LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Me llegó un correo de Eduardo pidiendo firmas. Se titulaba: “Petición de retirada de Jiménez Losantos”. Conducía a una página en la que se argumentaba el daño que ese periodista está haciendo y la incoherencia doctrinal que supone que la Iglesia apoye a alguien que promueve el odio. (En EL PAIS, el miércoles pasado, a un cura le escandalizaba que desde una emisora católica, se permitieran llamar "subsajas" a los emigrantes africanos: “¡Tanta radio católica para acabar riéndose de los pobres!”, decía).
Lo pensé un poco y decidí que no firmaba. Prefiero la libertad de expresión. Con los argumentos políticos y morales estaba de acuerdo, pero no me conducían a la misma conclusión. No dudo que "Frederico" sea una máquina de crear inquina. Que la cree. Los propietarios de la emisora serán responsables de permitirlo, los ciudadanos que le sigan serán responsables de hacerlo y él, responsable de lo suyo. Sobre los argumentos religiosos... jamás le diría a un católico lo que debe pensar. No soy católico. En cualquier caso, me emociona la ingenuidad de quien pueda escandalizarse de la incoherencia de la Iglesia. Woody Allen quizá dijera que Hipocresía es su segundo apellido. Yo diría que es el nombre propio. Católica es lo que es apellido.
Lo que sí creo es que los propietarios de esa cadena, como actores políticos que son, deben aceptar que se exponen a una crítica simétrica. Estoy de acuerdo en todo lo que dijo el Ministro de Industria: “Son los señores Rouco y Cañizares los que tendrían que explicar a todos los católicos y a todos los ciudadanos por qué la COPE miente, por qué insulta, por qué incita al odio y por qué manipula”. Esos señores deben ser llamados “esos señores”, y deben esas explicaciones. Ahora bien, no se las debe pedir un Ministro del Gobierno. Y menos un Ministro que controla el espacio radioeléctrico. Es por lo de la libertad de expresión. Me parece mal que el Ministro Montilla haya dicho esas cosas con las que estoy de acuerdo. El gobierno no debe polemizar con los medios de comunicación sino con los actores políticos de su tamaño: con el partido de la oposición, con el Estado Vaticano y sucursal.
Por cierto, nunca he oído a Jiménez Losantos en la radio. Ni pienso. Me gusta disfrutar de la mañanas... sin la COPE. Lo que sé, lo sé de leídas.
Lo pensé un poco y decidí que no firmaba. Prefiero la libertad de expresión. Con los argumentos políticos y morales estaba de acuerdo, pero no me conducían a la misma conclusión. No dudo que "Frederico" sea una máquina de crear inquina. Que la cree. Los propietarios de la emisora serán responsables de permitirlo, los ciudadanos que le sigan serán responsables de hacerlo y él, responsable de lo suyo. Sobre los argumentos religiosos... jamás le diría a un católico lo que debe pensar. No soy católico. En cualquier caso, me emociona la ingenuidad de quien pueda escandalizarse de la incoherencia de la Iglesia. Woody Allen quizá dijera que Hipocresía es su segundo apellido. Yo diría que es el nombre propio. Católica es lo que es apellido.
Lo que sí creo es que los propietarios de esa cadena, como actores políticos que son, deben aceptar que se exponen a una crítica simétrica. Estoy de acuerdo en todo lo que dijo el Ministro de Industria: “Son los señores Rouco y Cañizares los que tendrían que explicar a todos los católicos y a todos los ciudadanos por qué la COPE miente, por qué insulta, por qué incita al odio y por qué manipula”. Esos señores deben ser llamados “esos señores”, y deben esas explicaciones. Ahora bien, no se las debe pedir un Ministro del Gobierno. Y menos un Ministro que controla el espacio radioeléctrico. Es por lo de la libertad de expresión. Me parece mal que el Ministro Montilla haya dicho esas cosas con las que estoy de acuerdo. El gobierno no debe polemizar con los medios de comunicación sino con los actores políticos de su tamaño: con el partido de la oposición, con el Estado Vaticano y sucursal.
Por cierto, nunca he oído a Jiménez Losantos en la radio. Ni pienso. Me gusta disfrutar de la mañanas... sin la COPE. Lo que sé, lo sé de leídas.
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