FALLO LÓGICO DE RAJOY

Rajoy es mi parlamentario preferido. Construye unos discursos maravillosamente lógicos: empieza a hacer dicotomías entre el bien y el mal y no para. Parece que tuviera 600 años: no creo que exista otro teólogo medieval en activo, con la de tiempo que ha pasado desde la edad media. El problema de Rajoy surge cuando el bien y el mal no están tan claros, cuando el juego con lo que se las tiene que ver no es con la diferencia entre Dios y el demonio, cuando al tirar un argumento al water, manda con él al 90% de un parlamento.
Rajoy dijo anteayer, en mi opinión, lo más lamentable del debate:
“Por cierto, señorías, no quiero seguir adelante sin repetir algo que viene al caso. Yo no estoy de acuerdo con quienes boicotean productos catalanes. Ni los catalanes en general, ni los empresarios y trabajadores de Cataluña en particular, son responsables de los desaguisados que puedan cometer sus políticos, del mismo modo que los españoles no somos responsables de los desvaríos de nuestros gobernantes”.
No me parece tan mal porque sea un razonamiento mal construido (impropio de un maestro de la lógica).
Debería ser:
Los catalanes no son responsables de los desvaríos de sus políticos,
como los españoles no son responsables de los desvaríos de sus políticos (por ejemplo, de mis desvaríos).
Aunque el problema no está en la lógica sino en el fondo. Me pareció tan mal porque los políticos catalanes del parlamento catalán representan a los catalanes, en ese ámbito, tanto como Mariano Rajoy representa a los españoles en el parlamento español. Negar la representatividad es un suicidio para un político demócrata. Para hacerlo hace falta tener un seguro de vida aún mayor del que da un registro de la propiedad, hace falta creerse el propietario.