soliloquios

Un juez del Tribunal Supremo va a enjuiciar al juez Garzón. Esto, que parecería una cosa de juicios y jueces, ha dado lugar a cierto número de problemillas. Algunas personas, en número de decenas de miles, se manifiestan contra el enjuiciamiento, que consideran de juzgado de guardia, creando un alboroto enorme, muy impropio en cosas de justicia tratadas por un Tribunal Supremo. El juez que instruye la causa contra Garzón se llama Luciano Varela. Yo sé muy poco de este hombre, pero tengo la impresión de que es una persona de una gran sutileza intelectual, ese tipo de personas que no se deja influir fácilmente, que se piensa las cosas dos veces, que no comulga con ruedas de molino. ¿Por qué opino eso del juez Varela? Porque, al parecer, redactó un voto particular en la sentencia del "caso Atutxa". No se conformó con que el Tribunal decidiera invertir la jurisprudencia del "caso Botín", sobre el papel de las acusaciones particulares cuando no acusa la fiscalía. Quería

Esta foto es la portada de EP del 21 de abril de 2010. El pie de foto dice así: Compañeras de Najwa Malha en el colegio Camilo José Cela de Pozuelo (Madrid) llegaron con el velo ayer a clase. En la foto aparecen tres chicas con las caras tapadas con pañuelos. Sólo se les ven los ojos. Podríamos pensar que se tapan por musulmanas. No. Por musulmanas se tapan el pelo. Y por taparse el pelo no las dejan entrar en clase. Y por esa razón se les hace una foto en la que se tapan la boca, pero si también se tapan la boca es para poder salir en la foto. Porque nosotros (y no los musulmanes), no las dejaríamos aparecer en la imagen sino fueran irreconocibles. Así que para poder verlas, les pedimos que se tapen. Tapadas, por nosotros, ya son visibles como musulmanas radicales, que no son, porque ellas no quieren taparse tanto, sólo el pelo, como su amiga Nawja y sólo hasta la puerta, no hasta la eternidad en esta foto con la que me como el coco y que aquí se queda.

Baltasar Garzón, funcionario, no sólo lleva muchos años trabajando más de lo normal, sino que, además, se ha metido en cosas de franquismo. Si sus compañeros han tolerado, supongo que mal, lo primero, la suma de lo segundo es, está visto, demasié. Los dos grandes frenos de mano de la sociedad española, franquismo sociológico y funcionariado, aplicados juntos, frenarían un ferrari y permitirán que a Garzón le den una pasada Garzoni, Garzonov, Garzonerrea, Garzonuevo y Garzonacenas, con sus respectivos mafias, terrorismos y corrupciones.